¿Cómo besa Virgo?
No es sencillo ganarse un beso de amor de un nativo del signo de la doncella, pues besan mucho, pero sólo mejillas, y comparten mucho, pero sólo con amigos. El amor es algo que los Virgo eluden como la peste.
No es que en sí la idea del amor no les agrade. Al fin y al cabo desean todo lo que este sentimiento ofrece (la compañía, el placer, el refugio y la dicha que implica estar con otra persona), pero prefiere eludir el compromiso. Y eso es algo contra lo que sencillamente no hay método ni defensa.
Por ello muy pocos pueden decir lo que es recibir un beso de amor de Virgo. La buena noticia es que con un Virgo las expectativas de que te bese aumentan en la medida de te vas dando por vencido. Este signo, siempre algo infantil, juega contigo hasta cansarse, y te hace acercarte y te hace alejarte a su antojo, sólo para ver cómo te comportas. Si te enojas, pierdes. Si participas del juego, tus posibilidades aumentan. Con Virgo siempre juega, porque Virgo siempre juega, sobre todo cuando se trata del amor.
Como todos, Virgo pone mucho de sí mismo cuando besa, y eso no es poco. Para Virgo sobre todo importa, a la hora de besar, el juego. Pueden pasar horas de roces, de alejamientos, de abrazos, de choques de nariz aparentemente inocentes antes de que se decida a besarte. Aunque ya lo haya hecho antes. Nunca cometas el error de apresurar las cosas, pues arruinarías todo el momento. Y quizá la relación misma. Virgo cree que lo único que cuenta como antídoto contra todo lo que mata al amor (la rutina, los celos, el tiempo) es nunca dejar de jugar.
La buena noticia es que una vez que te besa, como perfeccionista que es, y del mejor tipo, Virgo sabe lo que es mejor y definitivamente sabe que lo que nos enciende en un beso. Es probable que antes de besarte te mire por largo rato, pues estará midiendo tu boca, tus reacciones, tu deseo. También puede que en este proceso encuentre pequeños contratiempos al planear el mejor beso para ti. Se paciente y ve esto como parte del juego. A Virgo le molesta que sus besos sean demasiado descuidados, demasiado mojados, demasiado rápidos, demasiado lentos, demasiado apresurados... No le apures, pues de otro modo sentirá que no tienes la suficiente hambre de su boca.
Si tras leer todas estas indicaciones estás pensando que un beso de Virgo no vale la pena, por sus numerosas complicaciones, entonces querrás saber lo siguiente: hasta los más terrenales besos de Virgo tienen la capacidad de teletransportar tu persona a un mundo irreal, de sensaciones supremas. Con cada beso vas a morir un poco, y vas a revivir con el aliento que va insuflarte a continuación.
Los besos de Virgo son imaginativos, soñadores y casi tan perfectos como los besos de película. Y otra parte de su perfección es que son totalmente sinceros. El beso de un Virgo es posiblemente el único verdaderamente desinteresado del zodíaco. Virgo es posiblemente el único que pondrá tus necesidades y sentimientos por encima de los suyos cuando se trata de besos donde el corazón está realmente involucrado.
No es que en sí la idea del amor no les agrade. Al fin y al cabo desean todo lo que este sentimiento ofrece (la compañía, el placer, el refugio y la dicha que implica estar con otra persona), pero prefiere eludir el compromiso. Y eso es algo contra lo que sencillamente no hay método ni defensa.
Por ello muy pocos pueden decir lo que es recibir un beso de amor de Virgo. La buena noticia es que con un Virgo las expectativas de que te bese aumentan en la medida de te vas dando por vencido. Este signo, siempre algo infantil, juega contigo hasta cansarse, y te hace acercarte y te hace alejarte a su antojo, sólo para ver cómo te comportas. Si te enojas, pierdes. Si participas del juego, tus posibilidades aumentan. Con Virgo siempre juega, porque Virgo siempre juega, sobre todo cuando se trata del amor.
Como todos, Virgo pone mucho de sí mismo cuando besa, y eso no es poco. Para Virgo sobre todo importa, a la hora de besar, el juego. Pueden pasar horas de roces, de alejamientos, de abrazos, de choques de nariz aparentemente inocentes antes de que se decida a besarte. Aunque ya lo haya hecho antes. Nunca cometas el error de apresurar las cosas, pues arruinarías todo el momento. Y quizá la relación misma. Virgo cree que lo único que cuenta como antídoto contra todo lo que mata al amor (la rutina, los celos, el tiempo) es nunca dejar de jugar.
La buena noticia es que una vez que te besa, como perfeccionista que es, y del mejor tipo, Virgo sabe lo que es mejor y definitivamente sabe que lo que nos enciende en un beso. Es probable que antes de besarte te mire por largo rato, pues estará midiendo tu boca, tus reacciones, tu deseo. También puede que en este proceso encuentre pequeños contratiempos al planear el mejor beso para ti. Se paciente y ve esto como parte del juego. A Virgo le molesta que sus besos sean demasiado descuidados, demasiado mojados, demasiado rápidos, demasiado lentos, demasiado apresurados... No le apures, pues de otro modo sentirá que no tienes la suficiente hambre de su boca.
Si tras leer todas estas indicaciones estás pensando que un beso de Virgo no vale la pena, por sus numerosas complicaciones, entonces querrás saber lo siguiente: hasta los más terrenales besos de Virgo tienen la capacidad de teletransportar tu persona a un mundo irreal, de sensaciones supremas. Con cada beso vas a morir un poco, y vas a revivir con el aliento que va insuflarte a continuación.
Los besos de Virgo son imaginativos, soñadores y casi tan perfectos como los besos de película. Y otra parte de su perfección es que son totalmente sinceros. El beso de un Virgo es posiblemente el único verdaderamente desinteresado del zodíaco. Virgo es posiblemente el único que pondrá tus necesidades y sentimientos por encima de los suyos cuando se trata de besos donde el corazón está realmente involucrado.
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