¿Cómo es de infiel Géminis?
Los que han nacido bajo el signo de los gemelos son poco fieles, y eso quiere decir que son muy infieles. Para ellos la vida es algo que se mueve todo el tiempo, pues su personalidad siempre se está construyendo, cambiando, renovándose… Para ellos la vida nunca es la misma porque, de alguna manera, ellos nunca son los mismos.
Y les pasa lo mismo con el amor. No es fácil ser pareja de un Géminis. Este signo, para los ojos de alguien que no le conozca en realidad, es una persona voluble y caprichosa, que nunca sabe lo que desea. Y estos se manifiesta sobre todo en sus decisiones amorosas. Ya está contigo como ya está lejos de ti, ya te quiere a su lado como ya quiere que le dejes en paz.
En realidad lo que pasa con Géminis es que es una personalidad en eterna construcción. Un ser que día con día descubre talentos que habían permanecido ocultos y zonas de sí mismo que desconocía. Le pasa lo mismo con el mundo y con las personas: les mira y descubre cosas nuevas en la gente y en el mundo que le rodea. Al final de cuentas está a la búsqueda de complementarse a sí mismo, y es que le complementa, como él mismo, cambia de tanto en tanto.
La infidelidad, en este aspecto de sí mismo, no es una grave falta para Géminis. Es sólo que de golpe se ha encontrado con alguien que, de momento o de aquí en más, le complementa mejor que su pareja. Y quiere estar al lado de esa persona, al menos por un tiempo, sin que importen las consecuencias.
Géminis sí que se compromete emocionalmente con las personas con las que comete una infidelidad. Puede incluso abandonar su hogar para irse a vivir con ellas. No da razones ni las sabe, pero le parece justo lo que debe de hacerse. Y es justo lo que hace.
Géminis no puede mantener dos relaciones al mismo tiempo por largos periodos. Pasado un tiempo de su infidelidad, se termina por decidir por una de sus dos parejas. El resultado siempre es incierto.
Para Géminis este proceso no es malo en sí. Es sólo parte de lo que el amor le demanda para su vida. Estar en una búsqueda constante. Cada signo crea sus propias filosofías, algunas más benévolas que otras. Cada signo decide si se guía por su código personal o asume la ética que rige el mundo. Quien se manda por su propia ley, de alguna manera, se sabe eximido del juicio de los demás.
El amor puede ser un juego muy cruel, sobre todo para quien es engañado y sufre la deslealtad de la persona amada. No es esto algo que detenga o que le importe a Géminis. Para este signo cada uno de nosotros debe hacer lo que su corazón demanda en el momento, pues eso es lo que al final nos permite crecer como personas, como dadores de amor.
Y les pasa lo mismo con el amor. No es fácil ser pareja de un Géminis. Este signo, para los ojos de alguien que no le conozca en realidad, es una persona voluble y caprichosa, que nunca sabe lo que desea. Y estos se manifiesta sobre todo en sus decisiones amorosas. Ya está contigo como ya está lejos de ti, ya te quiere a su lado como ya quiere que le dejes en paz.
En realidad lo que pasa con Géminis es que es una personalidad en eterna construcción. Un ser que día con día descubre talentos que habían permanecido ocultos y zonas de sí mismo que desconocía. Le pasa lo mismo con el mundo y con las personas: les mira y descubre cosas nuevas en la gente y en el mundo que le rodea. Al final de cuentas está a la búsqueda de complementarse a sí mismo, y es que le complementa, como él mismo, cambia de tanto en tanto.
La infidelidad, en este aspecto de sí mismo, no es una grave falta para Géminis. Es sólo que de golpe se ha encontrado con alguien que, de momento o de aquí en más, le complementa mejor que su pareja. Y quiere estar al lado de esa persona, al menos por un tiempo, sin que importen las consecuencias.
Géminis sí que se compromete emocionalmente con las personas con las que comete una infidelidad. Puede incluso abandonar su hogar para irse a vivir con ellas. No da razones ni las sabe, pero le parece justo lo que debe de hacerse. Y es justo lo que hace.
Géminis no puede mantener dos relaciones al mismo tiempo por largos periodos. Pasado un tiempo de su infidelidad, se termina por decidir por una de sus dos parejas. El resultado siempre es incierto.
Para Géminis este proceso no es malo en sí. Es sólo parte de lo que el amor le demanda para su vida. Estar en una búsqueda constante. Cada signo crea sus propias filosofías, algunas más benévolas que otras. Cada signo decide si se guía por su código personal o asume la ética que rige el mundo. Quien se manda por su propia ley, de alguna manera, se sabe eximido del juicio de los demás.
El amor puede ser un juego muy cruel, sobre todo para quien es engañado y sufre la deslealtad de la persona amada. No es esto algo que detenga o que le importe a Géminis. Para este signo cada uno de nosotros debe hacer lo que su corazón demanda en el momento, pues eso es lo que al final nos permite crecer como personas, como dadores de amor.
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