¿Cómo es de infiel Piscis?
Una de las mayores desventuras de Piscis es que no conoce el compromiso en ninguna de las esferas de su vida. Ni para consigo mismo, ni con el trabajo, ni con la familia… Y tampoco con el amor.
Si queremos comprender como es Piscis en el amor la mejor manera de hacerlo es verlo como un pez que quiere saber lo que es vivir fuera del agua. “Tal vez es mejor”, se dice, y sale a la tierra. Sólo para comprobar que le faltan el agua y el alimento, que es incapaz de respirar.
De esa misma manera cuando Piscis decide salir de sus meditaciones y ensoñaciones, de sus reinos oníricos, para probar suerte con una relación de pareja se encuentra con que el compromiso le ahoga. Y no sólo lo sofocan las demandas del compromiso, también el hecho de tener que compartir espacio con alguien, la convivencia, las obligaciones sociales… Todo ello resulta para Piscis un reto con el que a veces sencillamente no puede salir avante.
Por ello las relaciones de los nacidos bajo el signo de Piscis son tan poco duraderas y tortuosas, tan llenas de callejones que conducen a muros y de puertas clausuradas. Los Piscis no saben darse, no del todo, o no de la manera en que el amor maduro nos demanda que lo hagamos.
Ello no quiere decir que sea imposible amarles: los Piscis son muy románticos, y ello enciende el interés de cualquiera. Son amantes dedicados e innovadores. Su magia puede hacer que sus relaciones duren por mucho tiempo, pero siempre en una frontera con el desastre.
Por estas razones Piscis rara vez comete una infidelidad. Está tan metido en los problemas que tiene para llevar avante una relación que, sencillamente, no puede sacar adelante a otra. La idea de amar a dos personas al mismo tiempo es sencillamente abrumadora para el pez. Es algo de lo que se sabe incapaz.
Los Piscis tienen relaciones humanas desastrosas en general. Se mueven mejor en la soledad, y la idea de tener que comprometerse, cuidar, amar y complacer a una sola persona ya les es demasiado. Hacerlo con dos personas al mismo, con sus despistes y perezas, es algo que los Piscis sencillamente rehúyen.
¿Piscis de verdad nunca es infiel? Desde luego que sí, pero de un modo vacilante y dubitativo que muy pocas le lleva al éxito. Nunca deja de coquetear ni de flirtear. Se ve con otras personas a espaldas de su pareja, pero rara vez logra lleva r a buen puerto una segunda relación. Nunca pone el interés suficiente, y si la otra persona no se esmera lo necesario, pues de parte de Piscis no hay mucho que esperar.
Podemos decir, pues, que Piscis de manera involuntaria es el signo más fiel que existe, lo que no nos habla muy bien de la naturaleza misma del amor. Parece que entre más nos esforzamos en amar, más nos lanzamos de lleno en la imposibilidad de amar a una sola persona a lo largo de la vida.
Si queremos comprender como es Piscis en el amor la mejor manera de hacerlo es verlo como un pez que quiere saber lo que es vivir fuera del agua. “Tal vez es mejor”, se dice, y sale a la tierra. Sólo para comprobar que le faltan el agua y el alimento, que es incapaz de respirar.
De esa misma manera cuando Piscis decide salir de sus meditaciones y ensoñaciones, de sus reinos oníricos, para probar suerte con una relación de pareja se encuentra con que el compromiso le ahoga. Y no sólo lo sofocan las demandas del compromiso, también el hecho de tener que compartir espacio con alguien, la convivencia, las obligaciones sociales… Todo ello resulta para Piscis un reto con el que a veces sencillamente no puede salir avante.
Por ello las relaciones de los nacidos bajo el signo de Piscis son tan poco duraderas y tortuosas, tan llenas de callejones que conducen a muros y de puertas clausuradas. Los Piscis no saben darse, no del todo, o no de la manera en que el amor maduro nos demanda que lo hagamos.
Ello no quiere decir que sea imposible amarles: los Piscis son muy románticos, y ello enciende el interés de cualquiera. Son amantes dedicados e innovadores. Su magia puede hacer que sus relaciones duren por mucho tiempo, pero siempre en una frontera con el desastre.
Por estas razones Piscis rara vez comete una infidelidad. Está tan metido en los problemas que tiene para llevar avante una relación que, sencillamente, no puede sacar adelante a otra. La idea de amar a dos personas al mismo tiempo es sencillamente abrumadora para el pez. Es algo de lo que se sabe incapaz.
Los Piscis tienen relaciones humanas desastrosas en general. Se mueven mejor en la soledad, y la idea de tener que comprometerse, cuidar, amar y complacer a una sola persona ya les es demasiado. Hacerlo con dos personas al mismo, con sus despistes y perezas, es algo que los Piscis sencillamente rehúyen.
¿Piscis de verdad nunca es infiel? Desde luego que sí, pero de un modo vacilante y dubitativo que muy pocas le lleva al éxito. Nunca deja de coquetear ni de flirtear. Se ve con otras personas a espaldas de su pareja, pero rara vez logra lleva r a buen puerto una segunda relación. Nunca pone el interés suficiente, y si la otra persona no se esmera lo necesario, pues de parte de Piscis no hay mucho que esperar.
Podemos decir, pues, que Piscis de manera involuntaria es el signo más fiel que existe, lo que no nos habla muy bien de la naturaleza misma del amor. Parece que entre más nos esforzamos en amar, más nos lanzamos de lleno en la imposibilidad de amar a una sola persona a lo largo de la vida.
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